lunes, 6 de julio de 2009

Argentina (4)

Petróleo, minería, bosques y pesca
La Argentina posee una considerable riqueza petrolera y gasífera, que le permite organizar una cadena de producción petroquímica que, junto a la cadena de la soja y la industria metal-mecánica, constituye la base de la economía nacional. En conjunto la cadena petroquímica es responsable de un 20% de las exportaciones totales, de las cuales solo el 4,6% se exporta en bruto, sin industrialización.
Los principales
yacimientos se encuentran en las Provincia del Neuquén, el golfo de San Jorge y la Provincia de Salta; la provincia del Neuquén concentra cerca de la mitad de toda la producción de hidrocarburos. Una red de oleoductos y gasoductos transporta los productos a Bahía Blanca, donde se encuentra el principal polo petroquímico y a la conurbación industrial que se extiende entre Rosario y La Plata y que tiene como núcleo principal el Gran Buenos Aires.
Históricamente, la minería argentina ha sido escasa, pero la misma se ha activado en la última década, fundamentalmente sobre minerales metalíferos: cobre (3% de las exportaciones), oro, plata, zinc, manganeso, uranio y azufre. Los recursos mineros se concentran en las provincias cordilleranas a lo largo de 4.500 km. Las exportaciones argentinas de minerales pasaron de 253 millones de dólares en 1996 a 2.650 millones en 2006, algo más del 3% del total.[126]
El Mar Argentino está ubicado sobre una extensa plataforma submarina, muy rica en recursos pesqueros, que alcanza un ancho de 550 km a los 52º de latitud Sur y 1.890.000 km². Sin embargo, la pesca ha sido una producción marginal, y debido a la crisis poblacional de la merluza (principal producto pesquero argentino) provocada por la excesiva pesca durante los 1990, la participación del sector en las exportaciones totales se ha reducido de un 3% a un 2%.[127]
En sentido contrario, la producción forestal y maderera, principalmente pinos y eucaliptos, se ha venido expandiendo, con centro en las provincias mesopotámicas, superando el 2% del total exportado.

Industria manufacturera y construcción

La
industria manufacturera argentina es el sector que más valor aporta al PIB, con un 17,5% del total (2007).[128] El sector industrial manufacturero también es uno de los principales generadores de empleo (junto con el comercio y el sector público), con 13% en 2007,[129] Por su parte la industria de la construcción aporta el 6,7% del PIB (2007) y ha sido la principal impulsora de la recuperación del empleo después de 2002, ocupando un 9,5% del total de la fuerza de trabajo en 2007.[128] [129]
En la industria argentina se distinguen dos grandes sectores, de tamaño similar, que aportan cada una, aproximadamente un tercio de las exportaciones totales:[130]
la agroindustria, denominada manufactura de origen agropecuario (MOA);
la industria de origen no agrario, denominada manufactura de origen industrial (MOI).
Entre las industrias de manufacturas de origen agropecuario se destaca la industria aceitera, integrante de la cadena de la soja, la de mayor crecimiento en las últimas dos décadas, concentrando el 31,8% del total del sector alimentos y el 20% de las exportaciones totales del país. Luego le siguen la de la carne (11,1%), la de la leche (7,7%), la del café y chocolate (7,5%), la del vino y otras bebidas alcohólicas (5,7%), la del pan, pastas y galletas (4,5%), la de la harina de trigo (4,5%), la de la cerveza (4,1%), etc.
[134]
Las principales ramas de las industrias de origen no agropecuario, son la fabricación de automotores que aporta el 8,7% de las exportaciones, química (5,6%) y metalúrgica (5,3%), maquinaria (3,4%) y plásticos (2,6%) (porcentajes correspondientes a 2006).[135] También son importantes las industrias del papel, de las piedras preciosas, caucho y textiles.
A partir de 2003 la industria ha tenido un proceso de revitalización competitiva, movido principalmente por la política económica de dólar alto. El Gran Buenos Aires es aún el área industrial más importante del país, donde se concentra la mayor parte de la actividad fabril de la Argentina. Otros centros industriales importantes existen en Córdoba, Rosario, Tucumán y Mendoza, San Luis y Tierra del Fuego, muchos de ellos fomentados para descentralizar la industria.
Históricamente, el país ha tenido importantes sectores industriales como la industria naval relacionada con la
Flota Mercante de Argentina,[136] que se redujeron considerablemente a partir de la década de 1990 a raíz del proceso de privatizaciones[137] y que en la actualidad se están recuperando.[137]

Turismo

El extenso territorio de la República Argentina está dotado de grandes
atractivos turísticos. La valuación de la moneda local tras la devaluación de 2002 favoreció el arribo de grandes cantidades de turistas extranjeros,[138] haciendo al país comercialmente más accesible que en la década de 1990.[138] Al encarecerse los costos para viajar al exterior, muchos argentinos también se volcaron al turismo nacional.[138]
El repunte del sector es muy notorio: los ingresos por turismo receptivo ocupan el tercer lugar en el ranking de entrada de divisas como equivalente de exportaciones. En 2006, el sector representó el 7,41 % del PBI,[139] aunque hay que tener en cuenta que la salida de residentes argentinos con fines turísticos supera las entradas y equivale a un 12% del PBI.[140] Los extranjeros ven a la Argentina como una zona sin conflictos armados, terrorismo o crisis sanitarias.[141] Según cifras oficiales de la Organización Mundial del Turismo, en 2007 el país recibió a más de 4.600.000 turistas extranjeros, lo que significó unos 4.300 millones de dólares de ingreso de divisas.[142]
La Argentina es el segundo país más visitado de América del Sur (detrás de Brasil) y el quinto más visitado del continente americano. Los turistas extranjeros provienen principalmente de Brasil, Chile, Perú, Colombia, México, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Venezuela y Paraguay y los europeos de España, Italia, Francia, Alemania, Reino Unido y Suiza.
Buenos Aires se destaca como el centro favorito de los turistas extranjeros y nacionales (5.250.000 en 2007).[143] Son atraídos por una ciudad populosa, cosmopolita y con amplia infraestructura. Entre otros muchos factores, el tango es uno de los motivos para la visita a la capital argentina.[144] La característica noche porteña es uno de los grandes atrayentes por su variada oferta cultural, gastronómica y de entretenimiento.
Otro destacado centro de atracción son las
Cataratas del Iguazú, en la Provincia de Misiones, declaradas en 1984 Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco. La caída del caudaloso Río Iguazú se complementa con la Selva subtropical que la rodea.
Argentina cuenta con una importante variedad de sitios
montañosos, en varios de ellos se practica el montañismo y otros basan su atractivo turístico en el contacto con la nieve o en sus paisajes característicos. Los principales se encuentran en el oeste del país, en la Cordillera de los Andes, aunque también hay formaciones montañosas en las Sierras de Córdoba. Entre los sitios utilizados para el alpinismo se encuentra el cerro Aconcagua, la montaña más alta de América. Los parajes turísticos más importantes por su nieve son Bariloche y Las Leñas. Una formación conocida internacionalmente es la Quebrada de Humahuaca. El Tren de las Nubes es uno de los tres ferrocarriles más altos del mundo. Parte desde la provincia de Salta, y cruza la Quebrada del Toro pasando por Tastil —considerada como uno de los principales centros urbanos prehispánicos de Sudamérica— donde se hallan ruinas arqueológicas.
El Parque provincial
Ischigualasto, también conocido como "Valle de la Luna", está situado en el extremo norte de la provincia de San Juan, a 330 km de la ciudad de San Juan. Es un área protegida donde puede verse totalmente al descubierto y perfectamente diferenciado todo el periodo triásico en forma completa y ordenada, por lo cual el 29 de noviembre de 2000 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Los glaciares son una de las principales atracciones de la Patagonia Argentina. El más conocido es el Glaciar Perito Moreno, cuya accesibilidad y característica ruptura periódica le otorgan un atractivo singular. Se expande sobre las aguas del Brazo Sur del Lago Argentino, con un frente de 5 kilómetros y una altura por sobre el nivel del lago, de entre los 70 y 60 metros. Esta pared de hielo cubre una extensión de 230 kilómetros cuadrados. El área de hielos continentales y glaciares es un tesoro natural, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981.
En los últimos años ha tenido importancia la implementación del turismo enólogo, un turismo temático basado en la vitivinicultura con la iniciativa de la denominadas "Rutas del Vino" en la provincias de San Juan y Mendoza así como en los Valles Calchaquíes salteños, turismo que atrae numerosos turistas extranjeros para degustar los Vinos Argentinos.[133]
El turismo invernal tiene su máximo exponente en la región de los Lagos, ubicada al pie de la Cordillera de los Andes en las Provincias del Neuquén, Río Negro y Chubut; además de la práctica de deportes de montaña, la zona tiene como atractivos lagos de origen glaciar y Parques Nacionales rodeados de frondosa vegetación. En el centro de la misma, la ciudad de San Carlos de Bariloche a orillas del lago Nahuel Huapi y a pocos kilómetros del cerro Catedral, se posiciona como el principal centro invernal de Sudamérica, atrayendo a la mayor parte del turismo tanto nacional como extranjero.[145]
Durante la época estival una buena parte del turismo interno argentino se dirige a diversas ciudades de la costa atlántica de la Provincia de Buenos Aires, siendo Mar del Plata la mayor de ellas. La mayor parte de dichas ciudades concentra su actividad económica en la temporada veraniega. El segundo destino en cuanto a captación del turismo interno lo constituyen las Sierras de Córdoba, sobre todo el valle de Calamuchita, siendo su principal centro turístico Villa Carlos Paz. Tradicionalmente, el mes de enero es el que genera la mayor demanda de alquileres. Por su parte la zona de la Península Valdés es un área declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la que se conjugan la costa atlántica y la Patagonia argentina; otro gran destino internacional con tales características se ubica en la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur que, además de sus atractivos, sirve como punto de partida a excursiones y cruceros en la Antártida.

Transporte

Las rutas argentinas cuentan con 37.740 kilómetros y 600.000 kilómetros de carreteras municipales, y la capital, Buenos Aires, se encuentra interconectada con las principales ciudades y regiones del país.
Se estima en 8.527.256 el número de vehículos que forman el parque automotor argentino, distribuido en 5.325.231 de automóviles, 1.370.312 de vehículos livianos, 417.042 de carga y 62.785 para transporte de pasajeros, sin contabilizar 517.449 unidades no especificadas.
[146]
El sistema ferroviario fue privatizado a comienzos de la década de 1990, comprendiendo tanto el transporte de carga como el traslado urbano de pasajeros. A la fecha del 2006 cuenta con alrededor de 31.902 kilómetros operativos de líneas férreas.[107] En total existen unos 40.245 kilómetros de ferrovías, pero muchos tramos han quedado abandonados en las etapas: 1963, 1977, y la década del 1990.
Argentina cuenta con alrededor de 11.000 kilómetros de vías navegables.
[147] La red de hidrovías está compuesta por los ríos de La Plata, Paraná, Paraguay y Uruguay. Los principales puertos fluviales son los de Zárate y Campana.
La mayoría de los productos importados por la Argentina llega al país por vía marítima. Los principales puertos son los siguientes: Buenos Aires, La Plata-Ensenada, Bahía Blanca, los puertos del Up-River, Mar del Plata, Quequén-Necochea, Comodoro Rivadavia, Puerto Deseado, Puerto Madryn y Ushuaia. El puerto de Buenos Aires es históricamente el primero en importancia individual, pero la zona conocida como Up-River, que se extiende a lo largo de 67 km de la porción santafesina del río Paraná, reúne 17 puertos que concentran el 50% del total de las exportaciones del país.[148] [149]
El Aeropuerto Internacional de Ezeiza, a unos 35 km del centro de Buenos Aires, es el más grande del país y dispone de instalaciones para manejo y almacenaje de carga. La compañía Aerolíneas Argentinas, que fuera privatizada en 1990y ahora nuevamente en manos del estado argentino; realiza vuelos nacionales e internacionales. Existen, también, diversas líneas aéreas domésticas. Las principales compañías aéreas internacionales utilizan Buenos Aires como destino o escala en sus rutas[150]

Energía

La Argentina produce, según datos del año 2005, alrededor de unos 101.176 gigawatts por hora de energía eléctrica. Las principales fuentes de energía empleadas por la Argentina para la generación de electricidad son la hidráulica (34.041 Gigawatts por hora anuales) y la térmica (56.385 Gigawatts por hora anuales), junto con una producción de energía nuclear (6.873 gigawatts por hora anuales).[151] La energía eléctrica se distribuye por dos sistemas principales, el Sistema interconectado nacional y el Sistema interconectado patagónico, así como también por algunos sistemas menores aislados de ambos.
La extracción de
petróleo y gas natural alcanza los 38.323 miles de metros cúbicos anuales y 48.738 millones de metros cúbicos anuales respectivamente.[152] Las reservas de petróleo se estiman en 346.634 miles de metros cúbicos,[153] mientras que las de gas natural alcanzan los 455.625 millones de metros cúbicos.[154]
Ciencia y tecnología
Cinco argentinos han sido galardonados con Premios Nobel. Tres de ellos están vinculados con la ciencia: el Premio Nobel de Medicina fue otorgado a Bernardo Alberto Houssay, primer Nobel científico latinoamericano; el mismo galardón fue recibido por César Milstein. El Premio Nobel de Química fue otorgado a Luis Federico Leloir. En tanto, el Premio Nobel de la Paz fue entregado a Carlos Saavedra Lamas así como a Adolfo Pérez Esquivel.
La
Argentina ha construido satélites; ofrece su propio modelo de central nuclear compacta de cuarta generación y provee de pequeños reactores nucleares a diversos países gracias a su empresa pública INVAP. En temas como la informática, la nanotecnología y la biotecnología se desarrollan programas bien estructurados que tienden a concentrar esfuerzos y dar sentido a las capacidades que se desarrollan.[157] También construye helicópteros, maquinarias agrícolas, produce el ciclo completo de la energía nuclear y tiene un misil antibuque en fase final.
El principal organismo de investigación científica en la Argentina es el
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Se trata de una institución estatal, dependiente del gobierno nacional, en el ámbito del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (que fuera creado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2007). El CONICET cuenta con una Carrera de Investigador y está organizado en Institutos, que gozan de autonomía temática y científica y en el 2008 congrega a un conjunto de casi 3.500 personas dedicadas a la investigación científica y tecnológica.[158]
En 1995 la Unesco eligió a la Argentina como la sede para instalar el Observatorio Pierre Auger en Malargüe, provincia de Mendoza, el cual comenzó a funcionar en 2005. Se trata de un proyecto conjunto de más de 20 países en el que colaboran unos 250 científicos de más de 30 instituciones, con la finalidad de detectar partículas subatómicas que provienen del espacio exterior denominadas rayos cósmicos.
Entre algunos de los más eminentes avances en materia de desarrollo armamentístico se cuenta el misil AS-25K, uno de los últimos desarrollos de CITEFA, (Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas) y que se presentará en versiones aire-mar y aire-superficie.
Los principales problemas que afrontan la ciencia y la tecnología en el país son la baja inversión en ellas con respecto al nivel internacional, la
fuga de cerebros debida a las políticas de atracción implementadas por lo países más desarrollados y las mejores oportunidades laborales en el exterior; y políticas de innovación incipientes y desarticuladas.[157] Según datos del 2005,[159] con relación al PBI, el sector público aporta el 0,30% al sector de ciencia y tecnología, mientras que el privado aporta el 0,16%; sin embargo, la participación del sector privado y publico en las actividades científicas y tecnológicas se viene incrementando desde el año 2002.[160]

Medios de comunicación

Telecomunicaciones

Los principales canales televisivos que transmiten desde Buenos Aires son: Canal Trece, América TV, Telefe, Canal 9 y Canal 7, siendo este último de propiedad estatal y el único de alcance totalmente nacional. Aun así, los demás suelen ser retransmitidos, en todo o en parte, por canales provinciales. También hay un canal educativo y estatal, Encuentro. Asimismo, Argentina se destaca por poseer una gran oferta de canales de televisión por cable. Según datos de 2001, la gran mayoría de los hogares posee televisión y el 54% cuenta con TV por cable,[150] una de las penetraciones más altas de América Latina.[161]
En marzo de 2008, se estimaba que el parque de computadoras en Argentina era de 7 millones.[162] A finales de 2007, la disponibilidad de internet alcanzó al 39.7 %[163] de la población, con más de 16 millones de usuarios, y las conexiones por banda ancha en marzo de 2008 llegaron a 2.557.413 (penetración sobre el 6,6% de la población),[164] siendo una de las tasas más altas de la región. La cantidad de sitios web registrados con el código del país (.ar) en agosto de 2008 era de casi 1.700.000[165]
El servicio de comunicaciones telefónicas fue privatizado en 1990 bajo el gobierno de Carlos Menem.[166] Hay 8,3 millones de líneas telefónicas instaladas, en una proporción de 23 líneas para cada grupo de 100 habitantes. La tasa de penetración de telefonía móvil es de 102 teléfonos celulares por cada 100 personas, con un total de 40 millones de líneas.[167] Este número elevado se debe, en parte, a que personas de bajo nivel adquisitivo pudieron en los últimos años acceder a los planes de pago.
El
servicio postal, que cubre todo el país, es de propiedad mixta (privada y estatal). El principal exponente del sector es el Correo Argentino.
Hay casi 1500 estaciones de radio, de las cuales 260 son AM, aproximadamente 1150 son FM
[150] .

Diarios
Circulan en la Argentina más de 200 diarios,
[150] de los cuales los más vendidos son publicados en Buenos Aires: Clarín (el de mayor circulación)[168] y La Nación. Algunos de los principales periódicos del interior del país son: Los Andes de Mendoza, La Capital de Mar del Plata, La Capital de Rosario, El Día de La Plata, La Gaceta de Tucumán, La Nueva Provincia de Bahía Blanca, La Voz del Interior de Córdoba.

Población
Distribución poblacional

La Argentina es, a menudo, descrita como un país
macrocefálico,[169] [170] debido a la alta concentración económica y poblacional en el Gran Buenos Aires, el área metropolitana formada en torno a la ciudad de Buenos Aires. Con sus casi doce millones de habitantes, es el principal centro urbano del país, concentrando un 33% de la población y un 40% del producto bruto en apenas un 0,14% del territorio. El Gran Córdoba y el Gran Rosario son las principales áreas metropolitanas después del Gran Buenos Aires, pero cuentan con una población casi diez veces menor.
Las aglomeraciones más pobladas del país, de acuerdo con los datos de
2001, son:
Gran Buenos Aires (11.453.725 hab.): con centro en Buenos Aires, es el centro político, económico y cultural del país. Por su puerto se realiza gran parte del intercambio comercial de la Argentina con el resto del mundo.
Gran Córdoba (1.368.109 hab.): con base en la ciudad de Córdoba, es un importante núcleo industrial, comercial y cultural en el centro del país.
Gran Rosario (1.159.001 hab.): con centro en la ciudad de Rosario, es el principal puerto fluvial del país, concentrando el movimiento de granos de una vasta zona de la Pampa Húmeda. Es también un activo centro cultural, industrial y financiero.
Gran Mendoza (846.904 hab.): con centro en la ciudad de Mendoza, agrupa las actividades agroindustriales de un importante valle vitivinícola y frutal en el oeste del país.
Gran San Miguel de Tucumán (736.018 hab.): con centro en San Miguel de Tucumán, es la principal urbe del norte argentino, desarrollada en torno a la industrialización de la caña de azúcar.
Otras importantes ciudades son
La Plata (centro administrativo de la provincia de Buenos Aires), Mar del Plata (importante puerto pesquero y balneario), Salta, Santa Fe de la Vera Cruz, San Juan (desarrollada a través de la industria del vino), Resistencia (mayor urbe del Nordeste argentino) y el aglomerado Neuquén - Plottier - Cipolletti (mayor urbe de la Patagonia).

Demografía

La población de la Argentina de acuerdo al censo de noviembre de 2001 ascendía a 36.260.130 habitantes. La posterior corrección de población por cobertura y conciliación censal que realizó el INDEC llevó a la población a 37.282.970 habitantes[171] en el mismo período. La población estimada para 2008 es de 39.745.613 habitantes,[172] con una densidad media de 14 hab/km² (sin considerar la superficie reclamada de la Antártida Argentina e Islas del Atlántico Sur).
El ritmo de crecimiento poblacional sigue una pendiente descendente en las últimas décadas; así, en el período
1980-1991, la tasa de crecimiento anual medio fue de 14,7‰ y en el decenio 1991-2001, del 12,5‰.[173]
El país registró en los comienzos del siglo XX altas tasas de crecimiento poblacional, debido a los procesos de inmigración sumados a un alto crecimiento vegetativo que durante este siglo se vio estabilizado y en continuo descenso (a excepción del quinquenio 1970-1975). Desde la década del 60´, aproximadamente, el crecimiento total es el resultado de la diferencia entre la tasa bruta de natalidad y la tasa bruta de mortalidad.
Debido a la evolución de las tasas de mortalidad y el flujo migratorio internacional, el
índice de masculinidad muestra un constante descenso desde mediados del siglo XX: de 105 varones por cada 100 mujeres a 94,9 por cada 100 para 2001. Del total de la población (según el censo de 2001) un 51,3% son mujeres y un 48,7% son varones.[171]
Históricamente, y debido a las relativas bajas tasas de natalidad y de crecimiento poblacional comparadas con las de otros países de América Latina, la Argentina es el tercer país más envejecido de la región, después de Uruguay y Cuba. En 2001, la población de 14 años o menos fue del 27,7% y la población entre 15 a 64 años del 62,4%. La población de 60 años o más alcanzó el 13,4% y la de 65 años o más, el 9,9% y las estimaciones para 2005 del INDEC arrojan valores de 13,8% y 10,1%, respectivamente.
El país ha sido receptor de importantes corrientes
inmigratorias que continúan en la actualidad, alcanzando un pico en el período 1870-1930, y cuenta con importantes comunidades extranjeras, principalmente paraguayos, bolivianos, italianos y españoles. A partir de mediados de la década de 1960 comienzan a registrarse considerables corrientes emigratorias, que obedecen al proceso de fuga de cerebros, a las persecuciones políticas que existieron hasta 1983 y a las reiteradas crisis económicas, siendo los principales destinos España, Italia, Estados Unidos y México.[174] El censo de 2001 registró un saldo migratorio negativo en el quinquenio 1995-2000, proceso que el INDEC ha estimado que continuó durante el quinquenio 2000-2005, revirtiendo así el histórico saldo positivo del país.[175]
De acuerdo al Informe sobre Desarrollo Humano 2008/2009 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, compilado en base a datos de 2006 y publicado en 2008, la Argentina tiene un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0,860. A nivel mundial, se sitúa en el puesto 46 dentro de los 179 países que participan en el ranking, y dentro de los 75 catalogados según el indicador como países con alto desarrollo humano.

Salud

La Argentina se encuentra en el puesto 49 de 191 países por el funcionamiento general de su sistema de
salud, según un informe de la Organización Mundial de la Salud.[176]
La atención a la salud está garantizada por el sistema de salud público, el sistema de obras sociales y el de la salud privada. Alrededor de un 37,6% de la población se atiende por el sistema público y un 51,52% por obras sociales.
La regulación de la atención a los problemas de salud está a cargo del
Ministerio de Salud y Ambiente, dependiente del Poder Ejecutivo. El porcentaje del gasto en salud correspondiente al PBI fue de un 8,9% en 2003.[177] Además, el país cuenta con una proporción favorable de 3,01 médicos por cada mil habitantes.[178]
Las enfermedades que más afectan a la población son el Mal de Chagas, el SIDA y la tuberculosis.

Composición étnica

La actual población argentina es el resultado directo de una gran ola de trabajadores inmigrantes que ingresaron entre 1850-1950, mayoritariamente italianos y en segundo lugar españoles y del mestizaje de estos entre sí y con las poblaciones indígenas originarias, criollas, españoles de la época colonial, afroamericanos, gauchos, frecuentemente mestizados, provenientes del período colonial. Aproximadamente se estima que un 90% de la población desciende de europeos,[180] [181] principalmente, italianos y luego españoles.
La población cuenta también con importantes comunidades de
judíos, árabes, armenios, gitanos, británicos, franceses, alemanes, polacos, rusos, croatas, ucranianos, japoneses, chinos, coreanos, paraguayos, bolivianos, uruguayos, chilenos, peruanos, brasileños, etc.
Al igual que
Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos o Uruguay, la Argentina es considerada como un país de inmigración,[182] es decir una sociedad que ha sido influida decisivamente por uno o más fenómenos inmigratorios masivos.

Inmigración en Argentina

La
Constitución Argentina de 1853 y los gobiernos establecidos a partir de ese año, buscaron fomentar la inmigración proveniente de noroeste de Europa, aunque luego predominaron los inmigrantes mediterráneos, del este europeo y del medio oriente, bajo la base del precepto alberdiano de gobernar es poblar, destinada a generar un tejido social de tipo rural y a finalizar la ocupación de los territorios obtenidos mediante una campaña militar contra los indígenas denominada Conquista del Desierto y a la vez modificar sustancialmente la composición poblacional.
Esta política se reflejó en el texto del artículo 25 de la
Constitución Nacional, que establece:
El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.
Al momento de organizarse constitucionalmente a mediados del siglo XIX, la Argentina era un país escasamente poblado, con menor población que otros países sudamericanos como Bolivia, Chile y Perú. Mediante la política inmigratoria el país pasó de tener una población de 1,1 millones de habitantes en 1850 (3,5% de América Latina), para alcanzar 11,8 millones de habitantes en 1930 (11,1% de América Latina).
[183] El país recibió alrededor de 6,5 millones de inmigrantes — la inmigración neta fue cercana a los 4 millones de inmigrantes-,[184] y se constituyó como el tercer país receptor en América (después de los Estados Unidos y Canadá). El primer censo nacional de 1869 arrojó un total de 1.737.000 habitantes. En 1960 el país tenía ya un poco más de 20 millones, es decir que en 90 años había multiplicado su población inicial por 10.[185]
En la región central del país, donde se concentra la mayoría de la población, la ascendencia se compone principalmente de inmigrantes europeos, especialmente italianos, españoles, sobre todo gallegos y, en menor medida franceses, alemanes, polacos, judíos y árabes.
La población actual de la
Patagonia argentina se formó principalmente de las corrientes migratorias internas provenientes de la región pampeana y chilena, como también ha sido destacada la influencia de la inmigración galesa, suiza y alemana.
En la zona norte del país la población con antepasados indígenas, o españoles y africanos llegados en tiempos de la colonia, es proporcionalmente mayor a la media nacional, en parte porque era la región más poblada antes y durante la
conquista española, y porque recibió una menor influencia de las grandes corrientes inmigratorias europeas producidas entre 1830 y 1950. Pese a ello, se produjeron considerables corrientes de inmigración de italianos, españoles, árabes y judíos hacia la región noroeste, y de alemanes y europeos orientales hacia Chaco y Misiones.

Comunidades extranjeras
El censo de
2001 registró la presencia de 1.531.940 extranjeros residiendo en el país (4,2%), siendo las cinco comunidades más numerosas la paraguaya (325.046), italiana (270.000), española (254.073), boliviana (233.464) y chilena (212.419). La proporción de extranjeros se ha reducido pasando de un máximo del 30% en 1914 al 4,2% en 2001.

Pueblos Indígenas

Los datos definitivos de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) realizada en 2004-2005 [186] destacan la existencia de 35 pueblos indígenas en la Argentina, integrados por 600.329 individuos (457.363 que se autorreconocen pertenecientes a algún pueblo aborigen más 142.966 que no pertenecen pero son descendiente en primera generación de un pueblo) equivalente a aproximadamente el 1,6% de la población total.[187] Ello sin perjuicio de que poco más de la mitad de la población tiene al menos un antepasado indígena, aunque en la mayoría de los casos se ha perdido la memoria familiar de esa pertenencia.
En relación con los grupos originarios, en el área chaqueña habitan comunidades de
tobas, pilagás, wichí, chorotes, mocovíes, chanés, chulupíes y guaraníes de los grupos chiriguanos y tapieté. En las zonas andinas de la región noroeste de país habitan diferentes pueblos englobados actualmente en la denominación de collas, además de diaguita calchaquíes y huarpes en Cuyo. En las regiones patagónicas y pampeanas se encuentran comunidades de mapuches, rankulches y tehuelches. La provincia de Misiones cuenta con comunidades mbyá guaraníes y grupos menores de chiripás y paí tavyterá, también integrantes del pueblo guaraní.
Los pueblos
originarios que constituyeron la base del mestizaje en la época colonial estaban divididos en tres grandes grupos: los pertenecientes al grupo de la civilización andina, principalmente diaguitas, sanavirones y comechingones; los pertenecientes a grupo chaco-mesopotámico, principalmente la civilización guaraní, los guaycurúes y el pueblo wichí; y los pueblos de cazadores-recolectores del sur, principalmente los pueblos ranquel, tehuelche y mapuche. La reforma de la Constitución realizada en 1994 reconoció "la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos", así como el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural.[188]

Urbanización
En 1869, Argentina tenía al 11% de su población en aglomeraciones urbanas de más de 100.000 habitantes, concentración cinco veces superior al promedio mundial, similar al de los Estados Unidos y, aproximadamente, el doble de la concentración de la población europea.[189]
En 1914 la población urbana superó por primera vez a la rural. Uno de los principales factores del rápido crecimiento de las zonas urbanas fue la gran inmigración europea que fue desarrollando los principales centros urbanos del país como Buenos Aires, Córdoba y Rosario.[190]
En 1960 quince ciudades tenían una población de más de 100.000 habitantes, en donde vivía el 71% de la población urbana. Entre estas ciudades se destaca Buenos Aires, la única que superaba los 100.000 habitantes en 1869 y que constituye uno de los ejemplos más destacados de primacía en la urbanización.[191] Por entonces, las zonas urbanas de Argentina constituían el 59% de la población, igual que en los Estados Unidos, en forma ligeramente superior a Oceanía (53%) y por debajo de Inglaterra, país que lideró el porcentaje de conglomeraciones urbanas desde los inicios del siglo XIX, con 69 por ciento.[192]
En 1970, Argentina alcanzó el 78,5 % en su índice de urbanización y en 1975 llegó al 80,7%. En 1990 el 86,9% de la población vivía en zonas urbanas, proceso impulsado desde los años 1950, al igual que en toda América Latina, por el flujo de inmigración interna de zonas rurales hacia zonas urbanas a causa de las condiciones económicas y sociales desfavorables[193]
El Censo de 2001 estableció que la urbanización del país había llegado al 89,3% de la población total.[194] La Argentina presenta uno de los procesos de urbanización más temprana entre los países latinoamericanos.

Principales centros urbanos
Hasta el momento, no existe en Argentina ningún
área metropolitana definida oficialmente o bajo un órgano administrativo, por lo que sus límites y áreas de influencia son imprecisos. Sin embargo, si se encuentran definidos los aglomerados urbanos, siendo los 10 más poblados según el censo de 2001, los siguientes:
Gran Buenos Aires (12.046.799 habitantes)
Gran Córdoba (1.368.301 habitantes)
Gran Rosario (1.161.188 habitantes)
Gran Mendoza (848.660 habitantes)
Gran San Miguel de Tucumán (738.479 habitantes)
Gran La Plata (694.253 habitantes)
Mar del Plata (541.733 habitantes)
Gran Salta (468.583 habitantes)
Gran Santa Fe (455.239 habitantes)
Gran San Juan (421.640 habitantes)

Cultura

La cultura argentina está marcada por el carácter multiétnico y multicultural de su población, el fuerte sincretismo de sus formas de expresión, y una positiva valoración del progreso y la modernidad, en la que se conjugan, no sin conflictos, un sentido dual de pertenencia a las culturas europea y latinoamericana. El poeta mexicano Octavio Paz dijo una vez que "los argentinos son italianos que hablan español y se creen franceses".[195] Por su parte el escritor argentino Ernesto Sábato ha reflexionado sobre la naturaleza de la cultura argentina del siguiente modo:
Fracturada la primitiva realidad
hispanoamericana en esta cuenca del Plata por la inmigración, sus habitantes venimos a ser algo dual, con todos los peligros pero asimismo con todas las ventajas de esa condición: por nuestras raíces europeas vinculamos de modo entrañable el interior de la nación con los perdurables valores del Viejo Mundo; por nuestra condición de americanos, a través del folklore interior y el viejo castellano que nos unifica, nos vinculamos al resto del continente, sintiendo de algún modo la vocación de aquella Patria Grande que imaginaron San Martín y Bolívar.
Ernesto Sábato.
[196]
Literatura
La literatura argentina ocupa un lugar destacado dentro de la literatura en español, con exponentes de finales del siglo XIX como José Hernández (autor de Martín Fierro, traducido a más de 70 idiomas), o del siglo XX, como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares, Ernesto Sábato y Juan Gelman (salvo Cortázar, todos ellos ganaron el Premio Miguel de Cervantes).

Música
El tango es un estilo musical y un baile nacido en los arrabales porteños con difusión internacional, ligado fuertemente con la Argentina y con Uruguay, pero sobre todo con Buenos Aires. En este género musical se destacaron Carlos Gardel, considerado como el Rey del Tango, y el marplatense mundialmente reconocido Astor Piazzolla.
El
folclore argentino reúne las manifestaciones artísticas del interior de la Argentina. Han existido zonas en la cuales predominaba algún estilo (por ejemplo zambas, cuecas, chacareras, chamarritas, chamamés, malambo), aunque actualmente han experimentado una difusión nacional. Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa y Soledad Pastorutti se encuentran entre los exponentes más importantes de estos géneros.
El
«rock nacional» argentino ha tenido un amplio desarrollo desde finales de los años 1960 y una fuerte influencia en el rock iberoamericano cantado en español. Posee exponentes destacados como las bandas Soda Stereo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, o los músicos Charly García o Fito Páez. Los recitales multitudinarios suelen celebrarse en estadios, siendo el de mayor capacidad el Estadio Monumental Antonio Vespucio Liberti. Uno de los festivales más exitosos de la actualidad es el Quilmes Rock, celebrado anualmente.
La
balada romántica, con cantantes de fama sudamericana como Sandro de América, la cumbia, también llamada "bailanta", con un ritmo más simple que el modelo original colombiano, y el cuarteto (este ritmo especialmente en la Provincia de Córdoba), son los géneros de mayor arraigo en los sectores populares.
Buenos Aires suele ser escenario de la música electrónica en América Latina y es sede de importantes fiestas como la South American Music Conference o la Creamfields, que con su convocatoria de más de 60.000 personas,[197] se convirtió en una de las más importantes del mundo. La ciudad, junto con Mar del Plata y Bariloche, tienen también su propio estilo de música electrónica.
Con base en el Conservatorio Nacional de Música y el Teatro Colón, se ha desarrollado una sólida escuela de
música y danza clásicas. En la música clásica, destacan compositores como Alberto Ginastera, intérpretes como Martha Argerich y directores como Daniel Barenboim. En danza clásica, destacan Jorge Donn, Maximiliano Guerra, Paloma Herrera, Marianela Núñez y Julio Bocca; este último, director también del Ballet Argentino.

Cine
Artículo principal:
Cine de Argentina
El cine argentino es, históricamente, uno de los más desarrollados de América Latina. Cuenta con el promedio de salas por persona más alto de Latinoamérica.[198] Los primeros largometrajes animados, mudos y sonoros, fueron realizados por Quirino Cristiani. En 1986, la película La historia oficial, dirigida por Luis Puenzo, ganó el premio Óscar al mejor filme extranjero.[199] Las películas argentinas han ganado, además, numerosos premios internacionales, entre ellos los del festival de Goya, y los del Festival Internacional de Cine de Berlín.
Artes plásticas
Artículos principales:
Pintura de Argentina y Artes precolombinas en Argentina
La pintura y la escultura de Argentina se nutren de estilos novedosos con influencias europeas e indoamericanas. La tercera década del siglo XX representó una etapa fundamental para el desarrollo de la pintura, realizándose grandes acontecimientos relacionados con nuevas orientaciones estéticas. Es por este motivo que el lapso comprendido entre 1920 y 1930 es considerado como el de formación de la pintura moderna argentina, teniendo exponentes como Antonio Berni, Gyula Kosice, fundador del Movimiento Madí, Raúl Soldi; y exponentes de pintura popular como Florencio Molina Campos y Benito Quinquela Martín.
La
historieta argentina también tiene importantes representantes de fama internacional; al menos durante todo el siglo XX, el humor gráfico argentino ha ocupado un lugar preeminente en el género, gracias a artistas como Quino, Guillermo Mordillo y Roberto Fontanarrosa.
También es de destacar la importante tradición de publicaciones de revistas de historietas que han sido muy importantes dentro del mundo de la historieta en español, como es el caso de
Fierro.
Véase también:
Arquitectura en Argentina

Idioma
De todos los países del mundo donde el idioma español tiene estatus predominante, la Argentina es el de mayor extensión territorial. El idioma español es el único idioma de uso en la administración pública a nivel nacional, sin que ninguna norma legal lo haya declarado como oficial. Sin embargo, la provincia de Corrientes declaró en 2004 la cooficialidad del guaraní para la enseñanza y los actos de gobierno, aunque no se encuentra reglamentada.
La amplitud del país, la existencia de distintos sustratos lingüísticos producidos por la variedad de lenguas
amerindias y las diferentes aportaciones de las lenguas vernáculas de los inmigrantes europeos de finales del siglo XIX y comienzos del XX, han dado lugar a varias modalidades dialectales diferentes.
El
castellano rioplatense es el dialecto de prestigio en todo el territorio y el más reconocido como variante argentina fuera del país; está fuertemente influido por el italiano, y presenta la particularidad de ser voseante aún en los registros más formales de la lengua.
La región patagónica —poblada mayoritariamente por inmigrantes provenientes de la región central del país— adoptó también el uso de esta variante, con ligeras variantes fonológicas, probablemente por influjo de la inmigración chilena del siglo XX.
En el
noroeste del país, por un lado, y en el Nordeste argentino, por otro, la influencia del quechua y del guaraní, respectivamente, ha dado origen a dialectos algo distintos, que a su vez presentan variaciones subdialectales regionales.

El argentino Ernesto Guevara fue apodado el che debido al uso frecuente de la característica muletilla argentina che.[201]
El influjo del castellano chileno es perceptible en la fonología de la región de Cuyo, aunque el léxico y la gramática se han visto menos afectados.
En el
altiplano andino, el español andino es el dialecto de referencia. La provincia de Córdoba y en especial su capital provincial, posee una curva de la entonación singular, distintiva aún a primera oída.
Otros rasgos significativos del español hablado en Argentina, aparte de los lexicales (en los que abundan
italianismos, quechuismos, guaranismos, y araucanismos), son el yeísmo con rehilamiento y el uso corriente de la expresión che. El yeísmo con rehilamiento, pronunciación de la ll y de la y como una fricativa postalveolar, se encuentra muy extendido en el habla culta, con la excepción más notable del Nordeste argentino.
El
idioma guaraní (avañe'ë) cuenta con hablantes en todo el Nordeste y, especialmente, en el interior de la Provincia de Corrientes.
El
idioma quechua cuenta con gran cantidad de hablantes en la provincia de Santiago del Estero, donde es denominado quichua, y también en la provincia de Jujuy, en una variedad de este idioma más similar a la que se habla en Bolivia.
En la periferia de las grandes aglomeraciones urbanas, producto de constantes migraciones del noreste argentino, de
Paraguay, Bolivia y Perú, hay hablantes del guaraní, quechua y aimara.
En algunas zonas limítrofes con el Brasil, es habitual el uso del
portuñol, hibridación del español de Argentina con el portugués de Brasil dado sobre todo en la provincia de Misiones, en menor medida en Corrientes y Entre Ríos.
Diversas comunidades de inmigrantes e hijos de inmigrantes todavía mantienen las lenguas de su región de origen, aunque este uso se pierde a medida que avanzan las generaciones. El más destacable por la cantidad de hablantes es el
italiano, siendo otros destacables el alemán, japonés, portugués, galés en Chubut, polaco, y más recientemente el chino mandarín.
Algunas jergas se han extendido tanto que han merecido tratamientos especiales, como el
lunfardo y el rosarigasino. El primero se halla muy difundido por su uso en las letras del tango, pero ha perdido buena parte de su influencia en el habla corriente, por el cambio generacional.

Religión
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Religión en Argentina

Catedral de La Plata.
En la Argentina existe una amplia
libertad de cultos garantizada por el artículo 14 de la Constitución Nacional, aunque el Estado reconoce un carácter preeminente a la Iglesia Católica, que cuenta con un estatus jurídico diferenciado respecto al del resto de iglesias y confesiones: según la Constitución argentina (artículo 2), el Estado Nacional debe sostenerla y según el Código Civil, es jurídicamente asimilable a un ente de derecho público no estatal. Se trata, con todo, de un régimen diferenciado que no conlleva su oficialidad como religión de la República.[202] El Vaticano y Argentina tienen firmado un concordato que regula las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica.
El 88% de los argentinos han sido bautizados como católicos.
[203] [204] Sin embargo, el porcentaje de habitantes del país que se considera practicante se ubica entre el 69% y el 78 %, de los cuales la cuarta parte nunca asiste a la iglesia.[205] El 12% de la población profesa el evangelismo, el 12% se considera agnóstica, el 4% se considera atea, el 1,5% es musulmana y el 1% es judía.
Existen, asimismo, creencias populares de carácter religioso muy difundidas, como el culto a la
Difunta Correa,[206] a la Madre María,[207] a Pancho Sierra,[208] al Gauchito Gil.[209] o a Ceferino Namuncurá.[210] Este último fue beatificado por la Iglesia Católica en 2007.
Véase también:
Creencias y devociones argentinas

Educación
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Educación en Argentina

Estudiantes con el clásico guardapolvo blanco de la escuela pública.
El temprano desarrollo de la educación popular colocó a la Argentina junto a las naciones de mayor alfabetización del mundo. El uso del delantal blanco como
uniforme escolar, como un paradigma de un ideal de igualdad o unidad, ha caracterizado siempre a la escuela pública, laica y gratuita, cuyo gran impulsor fue Domingo Faustino Sarmiento y se concretó con la Ley Nº 1420 de educación común.
Según la nueva ley de educación, sancionada el 15 de diciembre de 2006, la instrucción es obligatoria entre los 5 y los 18 años. En los años 1990 se implementaron distintos tipos de sistemas educativos como la
Educación General Básica y Polimodal en la provincia de Buenos Aires, o la educación secundaria en la Capital Federal; la nueva ley marca el retorno al sistema tradicional de primaria, secundaria y colegios técnicos.
En todos los niveles de enseñanza existen instituciones educativas públicas y privadas. El Estado garantiza la educación gratuita en todos ellos con excepción del postgrado universitario.

Palacio Pizzurno, sede del Ministerio de Educación de la Nación
Según el
Censo de 2001 del INDEC, el porcentaje de alfabetización asciende al 97,4% de la población, siendo uno de los más altos de América Latina.[211] Sobre un total de 36,2 millones de habitantes, 11,1 millones (31%) cursaban estudios formales:
9.551.728 personas (entre 3 y 18 años) concurrían a jardines de infantes, escuelas primarias o secundarias;
494.461 personas concurrían a establecimientos superiores no universitarios;
1.125.257 personas concurrían a establecimientos universitarios.
La universidad pública argentina está organizada según los principios de la
Reforma universitaria de 1918. Existen 38 universidades públicas nacionales en todo el territorio, y 41 privadas. La Universidad de Buenos Aires (UBA) es la más grande del país, con más de 300.000 alumnos.

Museos y salas de espectáculos
Los museos más sobresalientes son el
Museo Histórico Nacional de Argentina y el MALBA, donde se hacen exposiciones de pintura y escultura. Son muy importantes también los museos paleontológicos de la Patagonia (Trelew, Plaza Huincul, etc.); las ruinas jesuíticas de San Ignacio, en Misiones; el Teatro Argentino de La Plata; la actividad cultural veraniega en Mar del Plata y Villa Carlos Paz; y las fiestas y festivales populares como el Festival de Cosquín en Córdoba y el Tantanakuy en Jujuy.
En
Buenos Aires existen alrededor de 100 cines y 90 teatros, con una abundante cartelera de espectáculos. La capital de argentina también se distingue en la presentación de espectáculos o artistas de renombre internacional. Se encuentran, entre otros, los centros culturales como el Borges, el Recoleta o el San Martín. El Teatro Colón es uno de los teatros líricos más importantes del mundo. Otros teatros importantes son el Teatro Nacional Cervantes o el Teatro General San Martín.
En otras ciudades existen importantes centros de cultura, como el
Teatro Argentino en La Plata, el Patio de la Madera en Rosario, o el Teatro del Libertador General San Martín (ex Rivera Indarte) de Córdoba.

Gastronomía

Asado.
Artículo principal:
Gastronomía de Argentina
La gastronomía argentina se destaca fundamentalmente por la carne vacuna y los vinos, así como por una amplia disposición de alimentos de todo tipo a precios relativamente bajos.[212] Puede considerarse básicamente configurada sobre las culturas alimentarias de las civilizaciones precolombinas andinas y guaraníes, y luego colonial, aunque la principal característica de la cocina argentina son los muy fuertes influjos de las gastronomías italiana y española.

Una docena de empanadas salteñas.
La comida típica argentina es el
asado o parrillada (carne y entrañas de vaca cocinadas a las brasas), además de las empanadas (especie de pasteles rellenos de carne y otros gustos), los tamales, la humita y el locro. Como en los países vecinos, es muy habitual el consumo de un sándwich de chorizo, denominado choripán. La papa y la batata son alimentos ampliamente utilizados desde tiempos precolombinos. Las pastas, la pizza, y el puchero también se han constituido en comidas típicas de la gastronomía argentina. La tradición italiana de los ñoquis del día 29 del mes forma parte de la cultura popular tanto en la Argentina como en Uruguay.

El mate.
La producción y consumo de
leche es muy importante, consumiéndose alrededor de 240 litros por persona por año.[213] De la existencia de grandes disponibilidades de leche se ha derivado un alto consumo de alimentos derivados como quesos (el país cuenta con 8 quesos propios) y dulce de leche, entre otros.

Milanesa a la napolitana con papas fritas.
Entre los dulces, el
alfajor es un producto ampliamente consumido y producido con múltiples variables regionales. Lo mismo sucede con los helados, en especial con los de tipo italiano, aunque ya desde el tiempo de la colonia española existía alguna afición a los helados de tipo sorbete.
La bebida característica que Argentina comparte con otros países vecinos es una infusión
precolombina de origen guaraní preparada con hojas de yerba mate (planta originaria de América del Sur) llamada mate. El mate también puede ser preparado como un té, siendo denominado en este caso mate cocido. La colonización española introdujo el consumo del café, que se ha hecho masivo, generalizándose desde los tiempos coloniales los cafés como lugares de encuentro. Existe también un amplio consumo de , ya sea de su variedad clásica introducida por influencia de la inmigración británica, como de hierbas digestivas de provenientes de antiguas tradiciones precolombinas como el boldo y la peperina. En menor medida, existe la costumbre de consumir infusiones de chocolate, también por influencia colonial.

Alfajores triples con dulce de leche.
Entre las bebidas alcohólicas se destaca el
vino, del cual la Argentina es el quinto productor mundial, y que es producido principalmente en Mendoza y San Juan, y en otras provincias cordilleranas. Entre los vinos característicos del país se destaca el malbec.
El
desayuno clásico es pan con manteca y dulce, acompañado de café, leche y, eventualmente, mate; este último suele reemplazar totalmente al desayuno. La cena suele realizarse después de las 21.00. Existe la tradición de dedicar el almuerzo del domingo al asado o las pastas, en reuniones familiares o con amigos.

Deporte
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Deporte en Argentina

El pato es el deporte nacional de Argentina.

Diego Maradona, considerado uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol.[214] [215]
El deporte nacional es el pato, que comenzó a practicarse en el país a principios del siglo XVII. En 1941 se fundó la Federación Argentina y en 1953, en razón de la historia, el arraigo popular y la tradición, fue declarado Deporte Nacional.[216] Sin embargo, actualmente es casi desconocido por la mayoría de la población.
Por su parte, el
fútbol superó a todas las disciplinas en el gusto de los argentinos. Miembro de la FIFA, la Selección Argentina de Fútbol participó en catorce de las dieciocho fases finales de los Campeonatos Mundiales, logrando ser campeona dos veces, en 1978 en Argentina y en 1986 en México, además de llegar a ser subcampeona también dos veces en 1930 en Uruguay y en 1990 en Italia. También obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, además de 14 campeonatos en la Copa América.
El futbolista
Diego Armando Maradona es considerado uno de los máximos exponentes en la historia mundial de este deporte, tanto por aficionados como por colegas, directores técnicos, directivos o periodistas deportivos.[214] [215] Marcó el llamado Gol del Siglo.
En
boxeo la Argentina se ha destacado con más de 30 boxeadores que lograron títulos mundiales. Carlos Monzón fue campeón mundial mediano entre 1970 y 1977. También obtuvieron en los Juegos Olímpicos 7 medallas de oro, 7 de plata y 10 de bronce.
El
básquet tiene un rico pasado en el país: Argentina fue campeón mundial en 1950. Sin embargo, en las décadas de 1960 y 1970 fue perdiendo importancia. Con la creación de la Liga Nacional en 1984, recuperó y ganó en popularidad. La irrupción de Emanuel Ginóbili en la NBA, y las grandes actuaciones de la Selección Argentina a nivel internacional, contribuyeron a un mayor seguimiento por parte del público. En 2002, la Selección dirigida por Rubén Magnano alcanzó la final del Campeonato Mundial en Indianápolis, el cuarto lugar en el Campeonato Mundial Japón 2006, y obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, el título más importante de su historia.

Juan Manuel Fangio, quíntuple campeón mundial de Fórmula 1.
Los
tenistas argentinos han ganado muchos lauros desde la irrupción en el tenis masculino de Guillermo Vilas en la década de 1970 y de Gabriela Sabatini en el femenino, en las décadas de 1980 y de 1990. Contemporáneamente, algunos tenistas argentinos han tenido logros destacados como David Nalbandian, que se consagró campeón del Masters 2005; Gastón Gaudio, que fue campeón de Roland Garros en 2004, en una “final argentina” contra Guillermo Coria; y Paola Suárez, que obtuvo medalla de bronce en dobles femenino en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, así como 4 torneos de dobles de Roland Garros. En la Copa Mundial por Equipos la Argentina obtuvo el título tres veces, la última en el 2007.
El
hockey femenino también ha registrado importantes logros como la obtención la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, el Champions Trophy en 2001, el 10º Campeonato Mundial jugado en Perth en 2002, y la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Medalla de Bronce en el Mundial de Hockey Madrid 2006, y Medalla de Plata en la Champions Trophy Quilmes 2007. Cabe destacar a Luciana Aymar, considerada por muchos la mejor jugadora de hockey del mundo en la actualidad de este deporte.
El
rugby en Argentina es aficionado, con más de setenta mil practicantes registrados. El seleccionado argentino, conocido como Los Pumas, se encuentra entre los seis mejores equipos del mundo. Su mejor colocación después del quinto puesto en el Campeonato Mundial de 1999 es la actual, ya que se encuentra entre los 3 mejores del mundo al llegar a la semifinal de la Copa Mundial de Rugby Francia 2007, tras vencer al país anfitrión por el tercer puesto y galardonándose con el bronce.
El
automovilismo también ocupa un lugar importante en las preferencias de los argentinos, siendo Juan Manuel Fangio el mayor deportista en este rubro, quien logró en la década de 1950 cinco títulos mundiales de Fórmula 1.
Por su parte Argentina tiene destacada presencia internacional en el deporte ecuestre llamado
polo, quizás por la previa tradición en el (también deporte ecuestre) ya citado pato.
Véase también:
Argentina en los Juegos Olímpicos, Selección de fútbol de Argentina, Selección de básquetbol de Argentina y Selección de rugby de Argentina

Feriados nacionales
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Feriados en Argentina
Los feriados en Argentina se clasifican en días feriados y días no laborables. Estos pueden ser nacionales, provinciales o municipales, o ser exclusivos de una rama laboral o educativa. Asimismo, existen diversos aniversarios no tipificados como feriados, en los cuales se recuerdan acontecimientos generalmente de tipo contemporáneo y que pueden incluir actividad social o cobertura mediática, pero que permanecen como días laborables.
Los feriados nacionales incluyen festividades de la Iglesia Católica, fiestas cívicas y conmemoraciones. Existen feriados que caen siempre en el mismo día de cada año y otros que son móviles. Algunos feriados son trasladables a un día lunes por motivos de promoción turística. Los días no laborables nacionales incluyen al
Jueves Santo y días específicos para los habitantes judíos y musulmanes.

Símbolos patrios

Flor del ceibo, la flor nacional.

Escarapela de Argentina.
La República Argentina posee una serie de elementos emblemáticos definidos por ley.
[217] La Bandera Nacional, compuesta por tres franjas horizontales proporcionales celestes y blancas y con un sol en el medio, fue diseñada por Manuel Belgrano en 1812 y adoptada como símbolo patrio el 20 de julio de 1816. El Escudo de Argentina, que representa la unión de las provincias, comenzó a utilizarse en 1813 como sello de los documentos oficiales.

Rodocrosita
El
Himno Nacional Argentino fue aprobado en 1813, escrito por Vicente López y Planes y con música de Blas Parera; aunque a partir de la presidencia de Julio Argentino Roca se acortó a sólo tres párrafos para omitir las proclamaciones antiespañolas. La Escarapela de Argentina se usó por primera vez durante la Revolución de Mayo y se oficializó dos años después. El hornero, presente en casi todo el territorio nacional, fue proclamado pájaro oficial en forma unánime en 1927. La piedra nacional es la rodocrosita, la cual se puede encontrar en las Sierras Capillitas, en la Provincia de Catamarca. El ceibo fue nombrado flor y árbol nacional por el decreto N° 138474/42, de 1942. El deporte nacional es el pato, y la danza nacional es el pericón.

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